VECINITOS

En el apartamento que queda afrente al nuestro viven dos niños, hijos de nuestro “casero”.. y claro desde que llegamos a vivir ahí simpatizamos mucho con los niños, Camila y miguel, ella tiene como 8 años y es seria y muy bonita, y Miguel tiene como 6 o 7 años y resultaba más tímido pero más agradable y querido.
Además por que obviamente en cada niño vemos algo de santiago y miguelito se ve tan bonito con sus gafitas y su tímida inocencia…
Siempre los había invitado a que vieran películas en mi casa o que jugaran con lalita cuando ella va a visitarme, pero la mama siempre les decía que no, que mejor en la casa de ellos, así que lalita y ellos se quedaban jugando en el hall por previsión que no hicieran males o algo así, y yo solo decía: tranquila señora Teresa que a nosotros no nos moleta que los niños vengan.
Finalmente el día que empezamos a armar la navidad, llegábamos con cositas para el pesebre y ellos estaban en el hall jugando, nos dijeron que si podíamos dejar a santi en la puerta para jugar con el y claro, nosotros mas queridos les dijimos que si…
De repente estaban dentro de nuestra casa, diciéndonos en donde poner tal o cual adorno, cogiendo las cositas del árbol, Camila tranquilamente se sentó al computador, miro mis correos, miguel abrió la nevera se sirvió gaseosa, cogio una antiguo pesebre de Andrés, recuerdo de su mama, y le rompió una patica Y NO SE IBAN¡¡¡

Nosotros les decíamos: bueno niños nos vemos mañana, y ellos solo decían, espera que santi se duerma,
Así que le preparamos tetero, le cambiamos el pañal, organizamos todas las condiciones para que santi se durmiera pero no, estaba mas inquieto que de costumbre.. Ellos lo alzaron, lo molestaron le hicieron le deshicieron… entraron a nuestro cuarto, se sentaron en nuestra cama... etc. etc.
Y nosotros solo podíamos reírnos… estabamos atrapados por un par de niños y ni siquiera sabíamos que hacer y miguelito nos miraba reírnos y preguntaba: de que se ríen??? Y nosotros: de un chiste que nos acordamos :P


Ahora cuando llego, ellos están pendientes, si sienten abrir la puerta corren y me piden que los deje entrar, ya no se que excusa inventar…, así que mejor entro muy pasito y despacio, sin hacer ruido, como cuando vivía con mis papas y me cogia la noche y algunos tragos por la calle, para que ellos no me ataquen; ahora mismo estoy agazapada en el “estudio”, ellos están afuera, golpeando la puerta, y yo trato de mantener callado a santiago, no he prendido las luces y espero que se cansen rápido…