ANOCHE

Anoche coji un taxi para ir a mi casa, le mire la cara para que no me saliera “malacaroso” o con cara de pocos amigos, vi uno con cara de “buena gente” me subí y le di las indicaciones para llegar.
Como taxista que se respete empezó a hablarme, que el clima, que lo extraño de estos tiempos, mi mente estaba en otro lado, pensando en lo rico que la paso cada día con el etc., entonces me empezó a decir que la maldad de los hombres estaba llegando a limites insospechados, yo empecé a sospechar por donde iba el agua al molino y en tono de pastor me decía que las catástrofes ocurridas ahora en la tierra tienen directa relación con lo ocurrido en la época del diluvio universal.
Me hablo de profetas mayores y menores etc.… y de la maldad del hombre y de como la Biblia tenia la verdad y había sido malinterpreta por los hombres etc., mi cabeza empezó a maquinar ideas que no pensé capaz de hacer.
M e explico lo importante de acercarse a la verdadera iglesia y de estudiar la Biblia, me dijo que el era un estudioso y que dedicaba mucho tiempo a es, entonces en un semáforo par el carro y me miro por el retrovisor:
Tx: Usted cree en la Biblia???
Yo, lo mire con naturalidad, con desparpajo, con malicia...
Yo: No, señor, la verdad es que nosotros descendemos de los extraterrestres¡¡¡
El señor se voltio con los ojos desorbitados y yo tuve que contener todo mi ser para no soltar la carcajada.
Tx: Como asiiiii???
Yo: Si señor, nosotros somos descendientes de una raza superior que habitaba un planeta que vivía en paz y armonía y fue atacado por otra civilización, algunos se lograron salvar y encontraron en nuestro planeta un nuevo hogar
Tx: señorita, que pena con usted, pero eso suena ridículo
Yo: cierto yo se que suena ridículo, y esa es la idea, por que no todos lo hombres tendrían la capacidad de comprender esas cosas, y solo unos pocos que lograran entender y aceptar, esos serán los elegidos.
Le saque unos cuantos episodios bíblicos, que me sabía gracias a mis años en el colegio de monjas, vainas como el mar rojo y el cielo oscurecido cuando murió Jesús, y la estrella de Belén.
Tx: Todo eso era voluntad de Dios, no se puede negar la voluntad de Dios
Yo: No, eso es obra de “nuestros Maestros” (poner especial acento y convencimiento en esta frase)
Tx: señorita, eso no puede ser, en serio cree todo eso?
Yo: Si señor, los maestros han enviado mensajeros a la tierra para que ayuden a la gente, la maldad existe solo por los “colados” de la otra civilización tratando de destruirnos, por eso es necesario abrir nuestras mentes.
TX: Pero es que la Biblia es un libro muy antiguo, y fue encontrada en unos pairos, la han distorsionado mucho, pero es un libro antiquísimo
Yo: no, esos papiros fueron puestos por “nuestros maestros”, para darle dirección a la humanidad y que no nos dejáramos convencer por los “colados” del otro planeta.
En este momento yo ya no aguantaba la risa, pedía a Dios, (el de la Biblia) o a “nuestros maestros” que llegáramos rápido a mi casa, ya me había metido en eso y no podía darme el lujo que el tipo me bajara del taxi.
Finalmente ya vi mi casa, y me alegre, me despedí, pague la carrera (el tipo no me cobro sobrecargo por llevar locas en el taxi) y cuando me estaba bajando con mirada compasiva me dijo: En todo caso, espero que La Palabra llegue a ti.
Entre a mi casa cuajada de la risa, y supongo que luego el señor le contara a sus amigos y familiares que una loca se subió al taxi. Cual Tom Cruise, cual Andrés López, la verdad sobre la cienciologia, la tengo yo, mejor dicho años y años de estudio a la basura, Yo creo que el señor estuvo tentado “por el enemigo malo” a seguir derecho por la 13 y dejarme en la entrada de la Clínica de La Paz.

*La autora de este blog, cree en la libertad de cultos, pero es que pa que dan papaya¡¡¡